Por otra parte, a la hora de crear empresa, por ejemplo, se cuenta con muchos formalismos, trabas y vericuetos sin contar las dificultades que enfrentan sus socios y/o gerentes ante la DIAN.
En síntesis, son sin contadero las empresas unipersonales (informales) que se mueven a lo largo y ancho de la geografía nacional. Hombres, mujeres y niñ@s inmersos en la cultura del rebusque en una nación que le brinda oportunidades laborales a un grupo muy cerrado de colombian@s.
Uno de los escenarios para conseguir empleo es el Estado pero quienes financian las campañas políticas son (muchas veces) las personas o empresas que usufrutan sus ganancias, mediante jugosas contrataciones, las cuales no se pueden considerar que están al servicio del bienestar común.
Mientras tanto, un sin número de subempleados permanecen recorriendo las calles de Colombia en busca del sustento díario, sin esperar beneficios de un Estado que ha permanecido ausente durante dos siglos de historia colombiana.
El reto para el Gobierno Nacional actual es comenzar a pagar la deuda histórica que tienen sus antecesores con los " Trabajadores de la calle".
Luís Horacio Botero Dávila, presidente de la Asociación de Venteros Ambulantes y estacionarios de Itagüí. |