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“El luthier es el ebanista de la música y dedica una gran cantidad de horas en un instrumento; lo hace uno por uno y sólo interviene él de principio a fin”, afirma Alberto Paredes. |
Por:
María Carmenza Gómez Fernández
alma.musical@hotmail.com
Medellín
Alma Musical continúa sus entrevistas en este 2011 y se acerca al primer aniversario de estar al aire, difundiendo y conociendo la carrera musical de los músicos que han aceptado nuestra invitación. El pasado lunes 24 de enero el protagonista fue un músico de corazón: el luthier bogotano Alberto Paredes.
“Yo estaba vivo en el bosque, fui cortado por la cruel hacha, en vida era silencioso, en la muerte canto dulcemente”. Esta frase, que está escrita en un laúd del siglo XIV, el cual reposa en un museo, cautivó al lutier Alberto Paredes, al punto que es el lema de su portafolio. “Me pareció tan linda la leyenda y la retomé, porque eso es lo que uno hace con cada instrumento; toma varios trozos de distintas maderas para moldearlas y dar forma, personalidad, voz, textura y sonido a un instrumento”, sostuvo.
Alberto Paredes nació en Bogotá, en el seno de una familia tradicional y laboriosa. Su padre, Gregorio Paredes, modisto de gran prestigio en su ciudad natal, le regaló las primeras herramientas: un banco y otros instrumentos de carpintería, porque a su hijo le gustaba la madera y las manualidades, sin sospechar que su hijo terminaría consagrándose a la luthería.
Su acercamiento a la técnica de la luthería le llegó por azar o por cosas del destino. En el colegio El Mayor de San Bartolomé, donde él estudiaba, el profesor de física un día les explicó el diapasón de la guitarra y de todos los instrumentos de cuerda. “Yo había intentado hacer las guitarras pero no sabía cómo era la distribución armónica, pero ahí comencé a entusiasmarme con los instrumentos. Terminando el año de 1959 hice la primera guitarra y fue un éxito porque sonaba bien”, comenta el señor Alberto Paredes.
Unas anécdotas curiosas de este luthier, que lo llevaron a aprender y a conocer más a fondo la técnica de la fabricación de instrumentos, fueron las visitas que le hacía a un compañero del colegio que fue herido en una balacera. “Nosotros íbamos todos los días a visitarlo para animarlo a que caminara, entonces salíamos de paseo -él vivía por la sexta con séptima- y al llegar a la calle primera oriental había una fábrica de instrumentos musicales y mientras él descansaba yo miraba cómo hacían las guitarras y yo decía, esto me parece interesante”.
Lo cierto es que Alberto Paredes se inclinó hacia la construcción de instrumentos porque a él le gustaba la música pero su padre asociaba esta actividad con el trago y nunca le permitió estudiar música. “Yo me dije, pues si no puedo tocar los instrumentos entonces voy a hacerlos. Y como eran trabajos manuales entonces me lo permitían”, señaló.
Con el tiempo, en 1969, Paredes tuvo la oportunidad de viajar a EE.UU. a California, donde conoció al mejor constructor de guitarras y violines, Artur Overholser, quien se ganó el premio ese año. “Estuve aprendiendo con él por seis meses, ya mis conocimientos eran más concisos”, destacó. También se unió a una sociedad de constructores en Tacoma, EE.UU., con quienes comparte información y participa en convenciones internacionales de constructores de instrumentos.
En 2008 viajó con el grupo de bandolas “Perendengue”, al cual le construyó las cuatro bandolas en su taller y fue un éxito total, ellos inauguraron la Convención de la Asociación. “Todo el mundo nos saludaba, nos abrumaba con tantas atenciones, gracias a la presentación de estos muchachos”.
Alberto Paredes ha construido a lo largo de su vida más de 910 instrumentos. Ha tenido el honor de que sus instrumentos sean escogidos por músicos muy importantes del país y del exterior. De Colombia están: Gentil Montaña, Carlos Guzmán, Roberto Martínez; grupos como Ancestro, Nogal, la Orquesta Colombiana de Bandolas, entre muchos otros. En el exterior sus clientes han sido variados: el mejor cuatrista de Venezuela, de Ensamble Gurrufío, tiene un cuatro de Alberto Paredes; Carlos Valladares, también venezolano; un guitarrista y mandolinista en EE. UU., que se llama Main Marshall; en Francia están unas tres o cuatro mandolinas; seis cuatros en Italia, donde les gustó mucho la calidad de su trabajo.
“Tengo otra línea de instrumentos, de la cual estoy muy orgulloso, que son los instrumentos antiguos, la mayoría de ellos están en museos, no se pueden tener, pero yo he hecho unas reproducciones símiles, con base en planos que me otorgan los museos a través de la asociación”.
El luthier Alberto Paredes es todo un maestro en la elaboración de instrumentos de cuerda, tales como guitarras, tiples, bandolas, cuatros, requintos y cuenta con un taller de alto nivel, ubicado en Bogotá. Para contactarlo pueden ingresar a su página web www.albertoparedesr.com/catalog/index.php
La próxima semana, el lunes 31 de enero, nuestro invitado es el percusionista Martin Grubinguer, quien dejó huella entre los espectadores de Medellín por su estilo único al tocar.
Segundo año de Alma Musical en la radio y en la web
Alma Musical continúa al aire todos los lunes, excepto los festivos, a las 7:30 p.m. en la emisora unradio Medellín por los 100.4 fm. También puede escucharse en línea, en su página web, en el link www.unradiomedellin.unal.edu.co ingresando a la franja de programas Temáticos: Alma Musical.
ALMA MUSICAL, sentir del músico
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