La común unidad y la falacia de libre expresión en Colombia.

La común unidad y la falacia de libre expresión en Colombia.

Obtener el premio de Alta Gerencia otorgado por la presidencia de la República no es suficiente para limpiar la imagen mundial legada por el más cotizado narcotraficante y polifacético político que ha dado la historia de Colombia. Todo un caudillo del único gremio que solucionó(en parte) el grave problema del desempleo, que ningún gobierno nacional ha logrado superar.

Hoy escribo ésta nota desde el más franco subempleo que acompaña mi vida por varias temporadas y en la memoria se contraponen imagenes de dos personajes públicos...Uno: sinónimo y gestor de la contracultura del narcotráfico, Pablo Escobar Gaviria (¿qepd?) y el otro: alguien que se interesó por la política solo cuando fue concejal y ahora como alcalde de Envigado, José Diego Gallo Riaño, destacado en su época como estudiante universitario.

El concepto de comunidad (común unidad) lo conocí y comprendí con claridad durante mi adolescencia con los Padres Misioneros de la Divina Redención; ya en el año 1989 Pablo Escobar y sus colegas hacían de las suyas.

Yo también nací en 1975 y hago parte de aquella generación pérdida por las balas, las drogas, el alcohol y otras cosas... Mis contemporáneos me copian poco porque sus ideales de vida se basan en el poder: Económico, político, religioso...Es decir, dinero, placer y posición invaden la mente de las gentes y la verdad siempre resulta amputada, por cualquiera, con el pretexto de que no hay verdad absoluta y todas son relativas.

Se adopta como la posibilidad de libre expresión el hecho de expresarse en medios como éste, aunque el mensaje le llegue a una sociedad sorda que no conoce el lenguaje de señas y nunca aprendió a interpretar más allá de las típicas cartillas de Nacho Lee y las fábulas de Rafael Pombo.

Un país que continúa inmerso en el colonialismo español, el expansionismo norteamericano, en la lucha de clases, el dogmatismo católico y la posesión de la propiedad privada en manos de una oligarquía selecta... parecida a la que, en su momento, atacó el caudillo liberal, Jorge Eliecer Gaitán...

Ustedes se preguntaran: ¿A dónde quiere llegar? ...y yo les responderé(con una pregunta): ¿Será que en un país como el nuestro se puede llegar a algún Pereira o por el contrario, se debe tomar partido y elevar las banderas de una nueva batalla de Boyacá, pero en el corazón de cada habitante que haga patria y valore la vida humana de sus semejantes?...

Hoy, asesinaron otro más que sumará la crónica roja de los grandes medios de comunicación: Un peluquero(anónimo para mí y las más de veinte personas que hicieron corrillo para novelerear)...Todo en la carrera 49 con calle 44 de Itagüí....¿los violentos si entienden de campañas para paz? ¿O será que reclaman la atención integral del Estado colombiano?...Dejé así, por ahora.

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